NI NORMALIDAD DEMOCRÁTICA NI LECHES, SE LO DICES A ARNALDO

Buenas tardes sufridos lectores/as:

Tras casi dos meses de mentiras-toda propaganda política es mentira hasta que se demuestre lo contrario-la cosa va llegando a su fin afortunadamente. 

Servidor está hasta la epiglotis de voceros, payasos, bufones, follones, malandrines, lameculos, gandules, ignorantes, maleducados, vividores, llorones y cuentistas que nos vienen ofreciendo hasta "tomar el cielo por asalto" a cambio de nuestro voto.

Supongo que al coincidir tanta tontería con el pago del impuesto revolucionario legal del IRPF a la Hacienda Pública: Ese que nos toca abonar para mantener el rebaño de bóvidos que viven a nuestra cuenta y se hacinan estabulados año tras año en la instituciones públicas que conforman el Estado, todavía hace que mi cabreo -como el tuyo lector/a-, estén inflamados. 

Aunque ya sabéis que mi cabreo con la cosa política y los poderes públicos en general es crónico a veces sufro reagudizaciones muy serias. Suelo compartirlas con todos vosotros/as dado que me hace bien expresarlas, ello independientemente de que podamos o no estar de acuerdo que yo-por supuesto-no tengo la verdad en mi poder, ninguna de ellas. 
Escribir es para mi un ejercicio de soberanía individual, de estiramiento intelectual y lo más importante un derecho a la libertad de expresión. Leerme es también un ejercicio de libertad, por supuesto y discrepar y matizar es casi una obligación.

Me cuenta Arnaldo, un buen amigo que está políticamente tan burnout como yo que tras años de oír a los independentistas catalanes quejarse por ser constantemente oprimidos, reprimidos y hasta torturados por un Estado español salvaje y  todavía por desborricar y "desfranquizar" que vulnera, ante el silencio del mundo sus Derechos Humanos independentistas que ahora sabe lo que sienten los independentistas y que  ahora "los comprende"...que "sabe de su sentimiento de oprimidos"...

Ese independentismo es el que que con sus bondades, su buenrollismo pacifista, sus lazos amarillos, sus esteladas, su apropiación de los espacios públicos y sin coaccionar absolutamente a nadie, utilizando la convicción, la pedagogía, bautizando infieles y descreídos, convenciendo  y a base de mostrar a todos amablemente el camino correcto hacia a la Luz, ha conseguido lo que no consiguieron años de terrorismo salvaje, un milagro.

Ese independentismo bendecido por los prelados de la iglesia en el alcance de su revelación liberadora, ejemplar, defensora de la pluralidad y didáctica del ejercicio práctico de la democracia real, ha conseguido que tan sólo en un 43% de los municipios catalanes se pueda votar una lista municipal de un partido constitucionalista.

Ahí queda la pluralidad.

¿Se puede acaso pedir mayor consenso?, ¿mayor diálogo?, ¿mayor acuerdo social?¿mayor homogeneidad?¿mayor respeto a la diversidad? 

Todos y todas las personas en esos pueblos piensan ya lo mismo y están de acuerdo en lo mismo. ¡Qué bonito!

Pero no se crean que siempre hay alguién al que no le parecen bien los consensos y entonces,  tiene que venir Arnaldo  a tocar las narices al personal. 

Dice que uno de esos pueblos, profundos, rurales, plurales, abiertos y democráticos, es donde él reside y que se ve con sus derechos vulnerados al no poder votar en las municipales a la opción política que le agradaría por carecer los partidos no nacionalistas de presencia alguna en el municipio. Dice que antes podía escoger y ahora los no indepes, no quieren líos.

No recuerdo ahora cuando fue la última vez que el estado español opresor franquista y fascista, estando en democracia, impidió de facto elegir a los nacionalistas catalanes, libremente sus partidos políticos y a sus representantes en las Instituciones Públicas.  Algunos de ellos por cierto tomaron recientemente posesión de sus escaños en el Congreso español y en el Senado español con pingüe sueldo de todos los españoles.

Dice Arnaldo que es muy de dialogar él, que ha comentado el tema de su  "derecho a decidir" libremente en las elecciones municipales con sus amigos soberanistas que son los que mandan en su pueblo y le han dicho que "aquí ni hay partidos fascistas, ni se les espera ni puñetera falta que hacen"...y que si no le gusta "que se vaya a otro pueblo".

Le he visto tan triste y cabreado que le  he dicho a Arnaldo que se monte un partido constitucionalista para las próximas municipales y que se presente a alcalde de su pueblo. 

Debe ser un partido dialogante, democrático, pacífico, acogedor, tolerante, plural, antifascista, defensor de los Derechos Humanos y las libertades. Un partido que ponga el mandato soberano del pueblo por encima de ninguna Ley y que cree una par de asociaciones omnímodas y omnipresentes a las que nadie ha votado y que tenga comités de defensa constitucional y que cuelgue trapos negros...

No he podido continuar, Arnaldo me ha dado recuerdos para mi mamá, me ha recomendado que me vaya a tomar un no sé que por no sé dónde y me ha colgado el teléfono.

¿Alguno de vosotros sabe qué le pasa a Arnaldo?

Ya lo saben pues. Democracia, le llaman. 

Manifestación del MIC (Moviment Identitari  Català)