VICTIMAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA ¿TODAVÍA ESTAMOS ASÍ?

Buenas tardes querid@s lectores, espero que a la aparición del presente, estéis bien de salud. Creedme, ya es mucho.

No, a pesar de título, no voy a entrar en cuestiones jurídicas a propósito de si el Juez D.Baltasar Garzón Real, debía, podía o no y si es reo de delito o no  por declararse competente en lo que se ha dado en mal llamar "causa contra el franquismo".

De eso ya ha entendido un alto órgano judicial del que espero sin atisbo de duda lo que nos debe dar:

JUSTICIA.

No esperes lector que emita valoración alguna de un caso visto para sentencia.

Ríos de palabras han fluido ya sobre este caso y cada uno ha dicho y hecho a respecto lo que le ha dado la gana.

Estupideces, órdagos, barbaridades, desafueros y algún acierto: Aciertos los justos para pasar el día que con la entraña...ya se sabe como acabamos aquí.

La Ley debe cumplirse y la Justicia y las Sentencias de los Tribunales, deben acatarse siempre. Cuando nos gustan y cuando no nos gustan.
Cuestionar el cumplimiento de la Ley y el acatamiento a la Justicia, es cuestionar el Estado de Derecho.
(El artículo 117 de la Constitución Española de 1978 establece que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley.)

Será lo único que diga de ese asunto- menor a mi juicio- dentro del ASUNTO que nos ocupa. No me quiero ir del problema principal, tentado por una cuestión de puro esgrima jurídico.

Yo he venido a escribir aquí de otra cosa.

El problema principal se llama DIGNIDAD, RESPETO, MEMORIA.

Tiene nombre y dos apellidos, como los muertos.

Tras una contienda salvaje y atroz como pocas, la Guerra Civil Española 1936-1939 y una dictadura posterior, la del General traidor Francisco Franco. Dictadura de cuarenta años de duración, sostenida por Occidente en general y por Europa en particular resulta que:

En el año 2012, España, sus gentes todavía siguen rotas de alguna manera por las secuelas y prolegómenos de aquel conflicto.

No, miren, no se trata de homenajes, desfiles, medallas, monumentos ni leches.

Así no lo vamos a arreglar, si es que es posible arreglar en tan poco tiempo, tanto dolor.

Fíjense si hace tan poco tiempo de aquellos hechos que este que escribe, es hijo de un vencido, un represaliado que perdió su adolescencia en medio de combates atroces. Es hijo también de una mujer cuya nana era el sonido nocturno de las sirenas de bombardeo, mientras corría a un precario refugio, siempre demasiado lejano.

A mi me lo han contado en primera persona. Me han contado, he leído, he buscado, he buceado, he sabido con la venia, un poquito de todo aquél horror.
Ni tan siquiera nací en democracia. Fíjense lectores si hace poco tiempo.

El único monumento memorial posible seria al DOLOR COLECTIVO, al recuerdo escarnecedor de lo que no puede volver a suceder jamás en este País.

La historia es terca y lenta, al igual que la verdad.

De todo aquellos hechos hay millares de verdades, la que vivió cada uno.

Son todas ciertas.

Entre millares de verdades soy capaz de objetivar algo, creo que Uds. también. Nada me dota de cualidad alguna que no posean Uds. mismos.

Yo objetivo DOLOR.

El exorcismo colectivo para PERDONARNOS y PERDONAR, para aquel que lo precise, es sentir casi dolor físico, cuando uno se aproxima, asomándose acongojado a escenarios o lugares luctuosos, señalados por la Historia Oficial, conocidos por la Sabiduría Popular o por Actores Obligados de aquella tragedia.

Sentir aflicción por toda aquella juventud malograda de víctimas, aquellas vidas segadas por no se qué maldito ideal ni criterio.

Dolor por aquellos supervivientes con secuelas orgánicas y mentales perennes.

Me duelo de todos aquellos que perdieron a los suyos en combate, el duelo de los que perdieron a los suyos tras el paseo cruel hasta la tapia del cementerio, muertos en la checa o muertos vilmente abrasados en un convento o fusilados tras una parodia de Juicio.

Dolor por aquellas madres, padres, hijos, hermanos, esposos, tíos, primos, sobrinos que sufrieron pérdidas.

Dolor por todos y cada uno/a, de aquellos/as muertos/as.
Dolor por los represaliados y torturados antes, después y durante el conflicto.
Dolor por los DESAPARECIDOS sin razón ni paradero conocido.

Todos los muertos son iguales, son... muertos. 

DOLOR en fin  por todo aquello, dolor propio y ajeno.

 .-Malditos sean por siempre los ideales que llevan a los hombres a hacer daño a otros hombres. Malditas aquellas ideas que para imponerse, deben acompañarse de la fuerza-. Pobres gentes de aquella España, sometidas a toda clase de experimentos totalitarios, revoluciones y  luchas intestinas de odios irracionales-.

Que en treinta años de Democracia, las Autoridades de TODOS los Gobiernos que se han sentado en el Consejo de Ministros, no hayan querido devolver los restos mortales de TODOS los fallecidos a sus descendientes, a sus familiares, a sus dolientes cuando lo han reclamado, conociéndose su paradero,  o siendo factible su localización, es simplemente una ABERRACIÓN.

Tal vez deba legislarse la DIGNIDAD, pero ninguna dignidad está por encima de otra.
No es una película:  No hay muertos malos ni muertos buenos.

Todos los muertos son iguales, son... muertos.

Que un acto de DIGNIDAD, RESPETO y ELEMENTAL HUMANIDAD, deba discernirse en la Audiencia Nacional es una IGNOMINIA colectiva.

Que existan -como existen- DOCUMENTOS CLASIFICADOS todavía que esconden filiaciones,  ubicación y hechos brutales de todo tipo y heterogénea procedencia es VERGONZOSO.

Irán marchándose por edad, los que saben dónde están las fosas, las cunetas, los olivos, las trincheras. Los que saben dónde cayó José, en dónde mataron a María aquellos salvajes.

Allí en aquél hoyo ¿lo ves?. Cayó un obús y mató al Tercer Pelotón de Infantería de la Cuarta Compañía. Menos yo, eran todos de Jaén, pobrecillos, unos críos éramos. ¿Yo? ¿Que como me salvé?. Me mandó el sargento por agua. Aquí hubo muchos muertos sí.

Cuando  ellos ya no estén, se perderá la esperanza de poder llorar cada uno a los suyos en particular y a todos en general.

Los/as que están localizados ENTRÉGUENSE DE INMEDIATO A SUS FAMILIAS si los han reclamado.Dense facilidades legales de todo tipo para la búsqueda de fallecidos, desaparecidos y las exhumaciones e identificaciones que procedan.

No hace falta apenas dotación económica, hay personas que ofrecen sus conocimientos y su trabajo a esa causa noble de manera altruista y desinteresada.

Empecemos y acabemos de una vez por todas nuestro duelo individual y colectivo y miremos al mañana.

 DIGNIDAD, RESPETO, MEMORIA a los muertos y a los vivos.

Sigamos todos juntos intentando reconstruir esta gran Nación, no hay otro camino.

Nuestro pasado, NO PUEDE seguir lastrando como una losa nuestro futuro ni mediatizando tendenciosamente la percepción de nuestro presente.

Otros países cercanos han sufrido oprobios tan o más horrorosos que el nuestro y han sabido continuar exitosamente su andadura por la historia.