domingo, 8 de marzo de 2020

FASCISTAS

Resultado de imagen de che guevara y hugo chavez


Buenas tardes amigos/as, lectores/as, pacientes y casi incondicionales.

Espero que las sucesivas oleadas de inundaciones, temporales salvajes humanizados con nombres de persona y el coronavirus, les estén dejando sobrevivir.

Miren, hoy yo quiero hablarles de la vuelta del fascismo  (vea la tercera afección) que todo lo inunda. Pero quiero hablar del fascismo de izquierdas, de ese que nadie habla.

El fascismo fue interesadamente mitificado por el comunismo como una forma de entender la política y la vida de los ciudadanos diametralmente opuesta al comunismo trotskista leninista, pero eso es una falacia. No hay tanta diferencia entre una propuesta y la otra.  Se trata de una mentira absurda que ha calado muy hondo en algunas de las acomodaticias mentes occidentales que degluten panfletos sin analizar su profundidad. Una mentira propiciada por gentes que más que ir a la universidad, pasaron por delante, cuando iban a otro sitio.

En realidad, el fascismo y el comunismo poco se diferencian en sus predicados. Son regímenes totalitarios : ambos manifiestan desear lo mejor para el pueblo, desean la igualdad (uniformidad), denostan la intelectualidad. No toleran la discrepancia, siquiera la disidencia, odian las libertades, abominan de los derechos humanos, colectivizan y huyen de lo privado, del individuo y del capital como motor de riqueza de una manera o de otra. Ambos sistemas asesinan millones de personas sin rubor. El fin justifica los medios, todo sea por la causa.

El Estado/Partido en ambas ideologías se transforma en el Gran Hermano que todo lo provee y todo lo ve.
Es el Estado/Partido es el que te dice lo que puedes hacer, lo que se debe hacer, también te indica  cuando y como se puede hacer. La iniciativa privada NO está permitida y en el Parlamento ya NO reside la soberanía nacional ni hay nada que debatir. Eso se hace en mesas bilaterales.

No hay vida fuera del Estado/Partido en ninguno de los regímenes. Ambos requieren de la subordinación incondicional de quienes conforman la mayoría, es decir, de los sectores populares subalternos, haciendo de la democracia una simple referencia, carente de alguna base real que le permita a los ciudadanos convertirse en sujetos históricos activos de su propia emancipación y, por consiguiente, creadores de un nuevo modelo civilizatorio, más equitativo y democrático.

Superada con éxito la Transición y habiendo en España una democracia consolidada, aparece desde el cambio de siglo un nuevo fascismo que pocos serían capaces de reconocer.
Es lo que algunos llaman erróneamente la dictadura progre.
No, no hay dictaduras progresistas es un oximorón. 

Es simple fascismo de izquierdas y viene a cargarse las libertades que nos dimos en lo que ellos llaman el "régimen del 78".

Se ponen el pin del triángulo rojo y ello les da superpoderes para ponerse por encima del bien e imbuirse del espíritu del Che Guevara.

Desde una pretendida superioridad moral, llega esa ideología que muchos niegan como fascismo de izquierda y nos traslada a los ciudadanos una idea clara:


Se acabó la épica, el romanticismo, la amabilidad, la apertura de ideas, la democracia, la diversidad, el enriquecimiento del intercambio de ideas y el buenrollismo, ahora si no vives de acuerdo a las normas moralmente superiores que te van a dictar, vienen  a por ti.

Ellos te dirán que coche puedes conducir y por dónde, con una pegatina concreta y su color te dará el estatus de sucio o limpio.
Te dirán que no es correcto que comas carne que contamina.
Que no cojas el avión para ir al Caribe tras trabajar y ahorrar todo el año.

Una niña adolescente y no la comunidad científica, dará el visto bueno a las leyes europeas del clima.

Te dirán cómo debes ser hombre y como debes ser mujer.
Te dirán si puedes o no ser feminista y cómo debes serlo y lo que entra o no en el concepto feminismo porque se apropian de las ideas, parasitándolas y quitándoles valor.
Te dirán que hay que respetar el velo de las mujeres musulmanas  porque son sus costumbres y que debes respetarlas, obviando que las feministas musulmanas-que las hay-no llevan velo y a menudo se juegan la vida por ello.

Es ese fascismo de izquierdas el que dice que las ideas (las suyas) están por encima de la Ley.
Que las vacunas te ponen enfermo y que tienes derecho a decidir vacunar o no a tus hijos.

Es ese fascismo que se autodenomina anticapitalista pero tira de iphone y de coche eléctrico híbrido enchufable.
Ese fascismo que se dice obrero pero vive en una urbanización privada y tiene segunda residencia.
Son esos que se  llaman antisistema pero viven del sistema y de tus impuestos.

Se llaman  globalistas y progresistas pero apoyan incondicionalmente al nacionalismo más rancio y excluyente. Ese nacionalismo fascista, carlista, trasnochado, defensor del Antiguo Régimen que se pasa los derechos de la mayoría y la legalidad vigente por su entrepierna.

Los fascistas de izquierda  te dicen lo que deben estudiar tus hijos y que extraescolares deben realizar, independientemente de lo que tú pienses y sin respetar tu objeción de conciencia. También te dicen dónde deben estudiar.
Los suyos van a colegios privados, evidentemente.
Te dicen que su fin, siempre superior a tus cortas entendederas, justifica los medios empleados.

Te dicen que si no eres antifascista, eres fascista y entonces o estás equivocado y hay que reeducarte en un gulag, o eres directamente una mala persona y que lo más probable es que seas una mala persona porque de lo contrario serías un antifascista.

Cuestionan sistemáticamente las instituciones que velan por los derechos y libertades de todos y por el cumplimiento de la legalidad: La Jefatura del Estado, La Judicatura, la Policía, y las Fuerzas Armadas son fuente constante de ataques antifascistas.

Verás que pocas veces las fascistas de izquierda pronuncian en sus discurso las tres palabras claves: derechos, libertad, democracia. No es una casualidad entonces que miren hacia otro lado o sean amigos de países como Irán, Venezuela, Cuba o China.

Verás que todos los antifascistas son, eso sí, fervientes militantes anti EEUU, país que asumió un papel fundamental para eliminar el terror nazi en Europa, derramando mucha sangre en el empeño.(400.000 fallecidos)

Los fascistas de izquierdas quieren que todos los delitos sexuales sean violación y que todos los delincuentes sexuales y maltratadores asesinos vayan a la cárcel, pero que salgan pronto, de lo contrario su conciencia antifascista se resiente.
No están a favor de la prisión permanente revisable, por grave que sea el crimen.

Hacen leyes como la Ley Integral contra la Violencia de Género, que no ha evitado aún ni un sólo crimen machista. El crimen machista con amenazas y de alto riesgo, se evita con un perro policía de protección y una mujer entrenada y con licencia de arma corta. Eso será lo único que detenga o disuada realmente a un agresor, no se engañe nadie. Lo demás es romper la igualdad y la equidad entre ciudadanos y criminalizar a todos los hombres por sistema.

Concluyen eso y a partir de ahí comienzan tus problemas.

No te enteras fascista, la legislación ha cambiado sin necesidad real, sin grandes consensos y quizás sin garantías, pero ahora hay una Ley de Libertad Sexual surgida sin demasiado rigor ni las garantías exigibles.

El ambiente entonces comienza a hacerse irrespirable y comienzas a mirar a tu alrededor a ver si hay femiprogres cerca, si hay "antifascistas" con triangulito rojo, si esos de ahí son LGTBi y/o tal vez nacionalistas o todo a la vez. Te lo piensas dos veces antes de abrir la boca y dar tu opinión o explicar un chiste porque te puede caer una denuncia por acoso sexual, apología del franquismo o por un delito de odio. Con suerte te despedirán del trabajo si la calle lo demanda y no hablar el idioma de tu comunidad autónoma, puede ser un agravante.

Mientras te lo piensas, un comisario político de paisano te pide la documentación con muy malas formas y te pregunta que porqué miras a la rubia de la minifalda. Ella le ha dicho al guardián de la revolución que se ha sentido acosada y utilizada por un eco libidinoso de sucio deseo velado que ha visto en tu mirada heterosexual y que además la has mirado sin su consentimiento.

Ahora Sí te sabes perdido, acabado. No llevas pin del triángulo rojo, ni tampoco el lazito amarillo inmunizante. Tampoco perteneces a colectivos vulnerables.  El tipo lleno de tatuajes te pregunta si puedes acreditar que no lo has hecho, que no has mirado a la rubia con deseo lúbrico y sin darte tiempo a responder te dice si puedes acreditar también de forma fehaciente y con pruebas que todas las relaciones que has mantenido hasta hoy con mujeres, han sido consentidas. No, no puedes es obvio y entras en pánico.

Eres un fascista. No opines, no hables, no les molestes, están haciendo la revolución, pero sobre todo están alimentando al verdadero y peligroso fascismo que no existía antes de su llegada. Lo necesitan para escribir su relato épico y son tal para cual están hechos unos para los otros.

Esta gente son una mentira que no aguantan un asalto de buena oratoria argumentativa. Saltar al otro lado de su línea imaginaria es un error que les beneficia.

Hermanos populistas fascistas de izquierda yo NO os creo.

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PD-Con todo mi respeto cariño y solidaridad para con las mujeres maltratadas, las mujeres asesinadas y todas las víctimas de agresiones sexuales. Con profunda admiración a esas madres coraje, mujeres trabajadoras, compañeras y personas infinitamente grandes que han hecho de mí en buena medida el ser que soy, acompañándome en mi camino vital.



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