Buenos días, por decir algo.
¿Que tal mis lector@s?, Supongo que subsistiendo, como casi todo el mundo, es lo que suelen hacer la gente que no ejerce de político, juez de altos tribunales y Consejos, asesores digitales, sindicalistas o personas que nos escaquean sus ingresos a través de las oscuras SICAVS que ni la Hacienda Pública -que no somos todos, ni de coña- osa iluminar.
Si no perteneces a estas especies citadas o eres un amnistiado fiscal...
Tú no vives, subsistes.
Vivir lo que es decir vivir ya viven otros. Riéndose en nuestras jetas de nuestra ignorancia, inocencia, nuestra incapacidad y nuestra impotencia.
Estos marranos elitistas de transversal procedencia y variopinto colorido, han detectado nuestra grave carencia de organización de la Sociedad Civil. No, no es exactamente quedar para ver jugar a la roja. Estos puercos ibéricos juegan sin marcaje alguno que los ponga de nuevo en el polvo de la puta realidad miserable en la que vivimos sus conciudadanos.
Los que de ninguna manera viven como debieran su último tramo de estancia en este valle de lágrimas son nuestros ancianos, primero empezamos por colocarles los críos porqué con un sólo sueldo no salíamos y las guarderías costaban un riñón y ahora se han visto obligados por las circunstancias a liderar con sus escasos ingresos las economías familiares de ese dramático grupo de familias que no poseen ningún otro ingreso.
Efectivamente, nuestros abuel@s de hoy, tras tener una infancia y una adolescencia, rotas por la Guerra Civil Española 1936-1939, una madurez de Pos-Guerra, trabajando como animales en un régimen de esclavitud y pluriempleo, para poder sacar adelante a su prole.
Ellos que aportaron riqueza a espuertas durante el desarrollismo -a eso que se llamó más tarde el Estado del Bienestar que no es más que vivir dignamente, tras cotizar y pagar impuestos hasta por respirar-, deberían tener un último tramo vital, lleno de merecida tranquilidad, cuidados, distracciones y aficiones, nunca llevadas a cabo por las necesidades que pasaron.
Pero NO, ahí les tenemos, luchando como leon@s por su gente, no conocen el descanso, les está negada la tranquilidad, son una generación aquilatada, endurecida, perseverante y fuerte, acostumbrada a partirse la cara para conseguir un derecho y a romperse la espalda trabajando.
Son guerrer@s. Much@s de ell@s conocieron la represión franquista y los sórdidos calabozos de la Brigada Político Social, con escasa alfabetización, encendieron la mecha sindical en plena Dictadura y plantaron cara a una policía que tiraba sin empacho con munición de guerra sobre el pueblo desarmado.
Sus vivencias les han hecho así, lejos de nuestros melindres, perroflauterías y tonterías.
Ahora como recompensa a su esfuerzo del que tanto nos hemos beneficiado y nos beneficiamos y que está aportando una ingente tarea atemperadora de verdadero colchón que evita el estallido social, les obligan a pagar sus medicamentos.
Otro ladrillo en el muro.
En Catalunya que desde luego "is diferent", tienen paso doble. Con un Gobierno de caciques más papista que el Papa. A saber los "iaos" amoquinan: "Tramo" Autonómico a eurito por receta y "tramo" Estatal con el porcentaje que proceda.
Es ya demasiado baile este pasodoble para estos héroes y heroínas.
Magos con 800€? al mes.
Nosotros que no poseemos ni la cuarta parte de pelotas que nuestros mayores tienen, dejamos atemorizados como ovejas aturdidas que sufran el penúltimo castigo a manos de los cuatreros incompetentes que han tomado el poder ante nuestras narices en nombre de los neo-conservadores y sus teorías liberales.
Miren, es cierto que a nosotros nos faltan muchas cosas. Seguro que sí. Podemos seguir llorando por ellas hasta el final de los días.
Pero lo que repugna más de nuestras carencias, es no tener vergüenza por permitir este postrer atropello a nuestros mayores...vendrán más.
Quién calla, otorga.
A mi me cuesta aguantarles la mirada a los abuelos que quieren que les diga.
Hasta la próxima lector@s.
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