martes, 6 de mayo de 2008

¡SIN NOVEDAD EN EL CONGRESO¡ SR. PRESIDENTE

No fue la frase que da título a este pequeño homenaje a D.Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, la que escuchó precisamente aquél 23 de Febrero de 1981 en la Sesión de su Investidura, como segundo Presidente de un Gobierno Democrático en España.

Aquél día unos sujetos que se consideraban militares y comandando Guardias Civiles con Cuadros de Mando Intermedios engañados, entraron a golpe de subfusil en el templo de la Democracia que no es otro que el Congreso de los Diputados.

Entraron al mando del fantoche con voz y hábitos cazalleros Tejero Molina, Antonio y sembraron el pánico televisado en la entonces púber democracia española, con su patético y tabernario gesto, empuñando el payaso una pistola STAR del 9 parabellum, ordenando un "todos al suelo" y vomitando aquél entonces apabullante y ahora jocoso "que se sienten coño".

Aquél facistoide indigno de servir en la Benemérita y de ostentar el grado de Teniente Coronel de un Cuerpo del Ejército Español, estaba escribiendo una de las páginas más oscuras y grotescas de una España esperanzada que salia de la oscuridad.

Aquellos idiotas espantaviejas tirotearon el techo del Hemiciclo, forcejearon sin rubor alguno pero en vano con el Teniente General Ilmo Sr. Manuel Gutierrez Mellado, Vicepresidente Primero del Gobierno para asuntos de Defensa que les exigió la novedad de inmediato y que se subordinaran al mando, sin un titubeo en su digna y mayestática ancianidad. Forcejearon también con Don Adolfo Suarez González- Presidente cesante-con escaso éxito.

NO PUDIERON DERRIBAR NI A UNO NI A OTRO, AÚN PREVALECIENDOSE DE FUERZA Y NÚMERO.

Esos inútiles y vergonzosos forcejeos con dos de los pilares representativos de aquél primer Gobierno Democrático, simbolizaban lo que iba a escenificarse a continuación.

LA JOVEN DEMOCRACIA ESPAÑOLA, NO CEDÍA FACILMENTE

El tarado y resentido Teniente General Milan del Bosch, Jaime: Sacaba los carros de combate que nunca debió comandar a la calle en Valencia...Generando miedo e incertidumbre.

Armada y Comyn, Alfonso. General Traidor Infinito.Traidor a España a la Casa Real y a la persona de D. Juan Carlos de Borbón del cual fue tutor, intentaba inútilmente primero acceder al Palacio de la Zarzuela-La Guardia Real, cumpliendo órdenes del Rey, lo llevó arriba y abajo demorándole-D. Juan Carlos, sospechaba de Armada ya a esas horas-

Mientras, S.M.:Ganaba tiempo, buscando información en las Capitanías Generales de las distintas Regiones Militares que se desmarcan del golpe y refuerzan su lealtad al Jefe del Estado.

La fuerza de reemplazo, afortunadamente en su mayoría, mandada por profesionales demócratas convencidos, permanece acuartelada pertrechada en calma tensa.
Los militares no quieren bajo ningún concepto enfrentarse a otros militares, ni desde luego agredir a civiles.La situación en los cuarteles es de altísima tensión emocional.

Tanto como en los domicilios de todos los español@s de bien.

Cuando Armada y Comyn, Alfonso, llega finalmente frente al Rey y Capitán General del Ejército... intenta buscar la aquiescencia Real al golpe, justifica los hechos por el "bien de España".Ve que no puede convencer al Rey de que apruebe la asonada e intenta aparecer entonces como solución...

De madrugada, D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, despeja en una incidentada-por técnicamente complicada-comparecencia televisiva, cualquier duda que pudiera existir entre militares añorados y conmina enérgicamente a los golpistas a rendirse a la Legalidad Vigente... están sólos, absolutamente sólos.

Los G.E.O. del Cuerpo Nacional de Polícia, toman posiciones de asalto en la Carrera de San Jerónimo al amanecer, en un doble y claro mensaje de fracaso para los de dentro.

Años de Prisión Militar y la pérdida de la condición con deshonor, pusieron a aquellos sujetos golpistas resabiados en su sitio, relegándoles al ostracismo.

Triunfó la Democracia. Dos días más tarde D. Leopoldo Calvo Sotelo, tomaba posesión y juraba el cargo de Presidente del Gobierno. Serian casi dos años de Gobierno muy complicados.Las Fuerzas Armadas, debían depurarse de añorados de "lo de antes" que además ocupaban la cúpula del Ejército.Debía hacerse con puño de acero y guante de seda.

D. Leopoldo, lo hizo.

Había que meter a España en la estructura O.T.A.N y sacarla de la peligrosa e involucionista edad media militar y de su aislamiento europeo e internacional endémico.

D. Leopoldo, lo hizo.

Era necesario-como dice un buen amigo mío-, admirador y seguidor de D.Adolfo Suárez:

Llevar a la normalidad de la ley, lo que era normal en la calle.

Y se aprobó la Ley de Divorcio que acababa con situaciones conyugales parentales estrambóticas.

Ingente tarea, para apenas dos años de legislatura.

Mientras, Unión de Centro Democrático-partido del que fue Leopoldo Calvo-Sotelo, fundador e ideólogo, realizada ya su impagable tarea en La Transición Española, se descomponía desgastada, pero con los deberes bien hechos. D. Leopoldo Calvo Sotelo, perdió las Elecciones Generales en 1982, frente al Partido Socialista Obrero Español del binomio González-Guerra.

El pasado día 5 en los actos del Funeral de Estado, y rindiendo honores al primer Presidente del Gobierno fallecido de la Democracia, las Fuerzas Armadas, volvieron a entrar portando armas en el Congreso de los Diputados.Entraron con las armas "en duelo" (cañones apuntando hacia el suelo).

Entraron, para rendir Guardia de Honores Póstumos en la Capilla Ardiente al hombre que muchos años antes, soportó la embestida de un Ejército con algunos Jefes de regustos franquistas.

En formación respetuosa, grandilocuente y marcial el gesto, los militares, portaron a hombros a los acordes del solemne paso fúnebre el ataúd de D.Leopoldo Calvo Sotelo, :El Presidente que inició la modernización y la profunda democratización de las Fuerzas Armadas.

El ataúd con los restos mortales de Calvo Sotelo fué colocado más tarde en un armón y, precedido por una compañía del batallón que le rendirá honores, recorrerá un pequeño trayecto, hasta la plaza de Neptuno, donde se efectúa un toque de oración.

En la Carrera de San Jerónimo, formó un batallón de Honores de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil que le rindió honores de Estado.

Honores al Presidente que aún antes de comenzar su mandato, sufrió el ataque de algunos-pero bien situados-militares franquistas que hubo de neutralizar con inteligencia y delicadeza.


Esas Fuerzas Armadas-¡ que ejemplar normalidad ¡-son mandadas hoy por una mujer, la Sra. Ministra de Defensa.

De allí hasta aquí, largo ha sido el camino.

Sin hombres como Leopoldo Calvo Sotelo...no hubiera sido posible.

¡ Sin novedad Sr. Presidente ¡.

NOTA DEL AUTOR. D. Leopoldo Calvo Sotelo, era Ingeniero de Caminos. Fue en la transición sucesivamente Ministro de Comercio, Obras Públicas, Relaciones con Europa y Vicepresidente Económico hasta que el 26 de febrero de 1981 se convirtió en Presidente.