Hoy permitanme que levante la vista de nuestro país y busque un plano de conjunto.
Harto como estoy ya de los botes de humo, para que la ciudadanía no vea lo que está pasando en el escenario que se proporcionan los ilusionistas Mas y Rajoy a cuento del problema soberanista, el hecho diferencial y la madre que los parió a ambos, los dos.
No sé muy bien a que hecho diferencial se refieren, pues ideológicamente PP y CiU son exactamente lo mismo. No se engañe nadie que ya veo, bastante confusión en el gallinero.
Comparten troncalmente el franquismo en el pasado y hacen ahora las mismas políticas atroces de neo-liberalismo salvaje, recortes y miserias.
No obstante a los empresarios donantes o paganos que financian subrepticiamente a ambos partidos, no les va mal cercenando derechos y bajando sueldos a los currelas, esquilmando su bolsillo, amparados por El Lado Oscuro de la Ley.
Una Crisis esta que interesa a los Ricos. Ricos hay ahora, más que nunca en España. El mercado del Lujo va al alza.
Pero lean, Cáritas le pone el rostro más cruel a la crisis.
Les dejo con ellos, los dos tunantes si lo desean, Mas y Rajoy. Si quieren creerles, háganlo.
Sigan entonces Uds. siendo figurantes del teatro político más rancio:
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.
La frase atribuida a Giuseppe Tomasi di Lampedusa es exponente del gatopardismo. Vulgo, actitud lampedusiana que ha pasado a definir el cinismo con el que los partidarios del Antiguo Régimen se amoldaron al triunfo inevitable de la revolución, usándolo en su propio beneficio; posición acuñada en una frase lapidaria:
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.
¿Que ha cambiado en los países pobres?, países en vías de desarrollo, se decía antes.
Ahora Países en vías de agua.
Países del Norte de África que ahora pertenecemos a esa Europa Central que no nos quiere.
La Inestable Italia
La Secuestrada Grecia
El Rescatado Portugal
La Rehén España.
Esos paises compartimos algo y es una humillación colectiva. Una culpa compartida de pecados terribles cometidos, mientras normandos, arios y wikingos... trabajaban esforzadamente.
Nosotros, nosotros bebíamos hidromiel y retozábamos.
La vida fue siempre fácil, aquí más al Sur...
Pienso en esos tipos centro-europeos.
Esos albinos pecosos a los que los PIIGs hacen la política sucia de la policía de fronteras. Diseñan con su frialdad aria y su asqueroso pragmatismo normando sus políticas de inmigración, seleccionando el producto que entra en casa, su utilitarismo y su denominación de origen.
Son las muertes abominables de emigrantes ahogados en las aguas teniendo ya la Tierra Prometida ante sus propias narices.
Eso es lo que ha cambiado al sur de Europa.
Antes, tal vez no hubiéramos aceptado ese papel turbio de radares ciegos, sonares sordos y satélites tontos que NO detectan buques en sus aguas jurisdiccionales. Barcos que faltan a los más esenciales derechos humanitarios y Leyes de la Mar, huyendo, dando la popa al naufrago, perdiéndose sus luces en el horizonte y alejándose en la oscuridad de gentes que la mar engulle.
Eso sí ha cambiado.
También hemos cambiado nosotros que con tal de que mamá Europa y papa FMI, no nos castigue por haber vivido más allá de nuestras posibilidades y hacer la siesta, somos capaces ya de cualquier cosa.
¿Hasta dónde llegará nuestra miseria humana y nuestra inmoralidad?
¡¡ COMO HEMOS CAMBIADO ¡¡
Presuntos Implicados...¡¡que casualidad ¡¡ en el Palau de la Música.
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