miércoles, 20 de mayo de 2009

TRILLO:LA MUERTE TENÍA UN PRECIO, AHORA DEBES PAGARLO

Desde el respeto y el cariño más sincero a todas la víctimas, familiares y allegados de los militares fallecidos en acto de servicio en el accidente del Yakolev-42 en la madrugada del lunes 26 de mayo de 2003 en el aereopuerto Trabzon en Turquía.

Desde el sentido y hondo cariño por todos y todas las mujeres y hombres que componen nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil encuadrada en ellas.

Esperpéntico, obsceno, ruín, repugnante, vil, despiadado, asqueroso e inmoral es Federico, lo que sospechamos todos ordenaste hacer al General Navarro con los cuerpos de los soldados fallecidos.

A SABIENDAS DE QUE UNA TREINTENA DE ELLOS NO HABÍAN SIDO IDENTIFICADOS.

Era tan horrendo que dicen los forenses turcos que el General Navarro, andaba bebido todo el tiempo y les creo.

No entiendo que pasó por tu cabeza Federico.

Si cumplías instrucciones de Presidencia, nada atenúa tu culpa, tampoco atenúa la del General Navarro el cumplir un mandato Ministerial ilegal y por tanto sujeto a la Jurisprudencia Internacional que no admite como atenuantes o eximentes, situaciones asimilables a la Ley de Obediencia Debida.

Nuestro Ordenamiento jurídico en Particular y el Internacional en General por contra: exhorta precisamente a todo lo contrario, como expone brillantemente en la página 190 de"Los delitos de tortura y de tratos degradantes por funcionarios públicos". en relación con la figura jurídica de la Obediencia Debida D. Vicente Grima Lizandra, Profesor Asociado de Derecho Penal de la Universitat de Valencia, es digerible, claro y sencillo en su exposición.
(Un poco de Derecho digerible es bueno lectores).

Para los lectores más atribulados de tiempo o de ganas, la cuestión es en resumen: QUE NADIE PUEDE ADUCIR EL CUMPLIMIENTO DE UNA ORDEN IMPARTIDA POR UNA INSTANCIA SUPERIOR, CUANDO ESTA ORDEN ES ILEGAL.

Y eso fue lo que hizo/hicieron el GeneralVicente Carlos Navarro cometiendo un delito de falsedad documental y sus dos colaboradores médicos, el comandante José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Ángel Sáez.

Cumplir una orden del Poder Civil a sabiendas de que era ilegal.

Son el General Vicente Carlos Navarro por un delito de falsedad documental y sus dos colaboradores médicos, el comandante José Ramón Ramírez y el capitán Miguel Ángel Sáez, con penas de año y medio como cómplices mediatos pues, reos de delito.

Sin paliativos.

Decir que acataron una orden entonces de nada les serviría.

Tal vez, por eso sus bocas han permanecido cerradas.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/20/opinion/14979009.html


Cumplir la orden que nunca debieron cumplir, ha tenido consecuencias terribles y jamás reparables, cometieron delito y eso es lo que dice la Sentencia de la Audiencia Nacional y deben de pagar por ello.


No obstante La Audiencia Nacional, parece obviar que los hechos juzgados-que calificaré como de Torturas- (el antepenúltimo link jurídico no era casual)-.

SI, torturas a los padres y madres, hermanos y amigos tíos y abuelos de los fallecidos, entregándoles una miscelánea de restos humanos SIN IDENTIFICAR,
ATENTANDO CONTRA EL RESPETO MÁS ATÁVICO.

El respeto a los muertos.

Obvia el Órgano Judicial algo FUNDAMENTAL y es que ni tan siquiera ha investigado la autoría intelectual de hechos que NO PUDIERON SER INICIATIVA FELIZ DEL PRINCIPAL IMPUTADO Y SUPERIOR EN LA CADENA JERÁRQUICA DE MANDO (Navarro).

A estas instrucciones interruptas y a sentencias chapuceras, no gana nadie a la Audiencia Nacional. (Javier Bermúdez es excelso)

Esos hechos lectores, fueron ordenados perpetrar por alguien.

Miren, es sencillo: El General Navarro y sus colaboradores, no obtenían a priori beneficio alguno del cumplimiento de esa orden ilegal.
ES DECIR NO TENÍAN MÓVIL ALGUNO PARA ACTUAR EN LA FORMA QUE LO HICIERON, es simplemente incomprensible, aunque ello no les descargue de responsabilidad alguna:

Salvo que actuaran coaccionados o presionados por un poder superior.

¿Pero cual y porqué?...

Debo entonces elevar la puntería Federico, Militar que fue nada más y nada menos que del Cuerpo Jurídico.

Al elevar la puntería, me apareces Federico en el punto de mira, en medio de los botes de humo de camuflaje te entreveo a a ti, buscando tal vez ocultar tu falta de rigor ante las quejas repetidas de nuestros soldados a cerca de que en que condiciones, se llevaban a cabo los arriesgados vuelos de nuestras misiones.

Federico: Era-ya lo sabes- a veces más peligroso el vuelo de ida y vuelta que la misión en sí.

Me importa un pimiento que de los vuelos se ocupara una gestora aérea de la NATO.

Tu obligación como Jefe de esos hombres y mujeres, era velar por si integridad SIEMPRE.

También en los vuelos de ida y vuelta.

Tú eras el Ministro de Defensa.

Tú caíste en la tentación atroz de lanzar humo con un Funeral de Estado que nos hizo rechinar los dientes a todos los españoles ante sesenta y dos 62 féretros de nuestra flor y nata humana, social y militar.

Ese funeral debía ser rápido, antes de que trascendiese la precariedad de los vuelos y para cubrir
otras pifias.

Dejaros ya de mandangas humanitarias y de "intentar disminuir el dolor de las víctimas".

Las prisas sólo las podíais tener vosotros, los políticos.

Los familiares de soldados en acción de guerra, saben muy bien lo que hay.

Hubieras debido decir la verdad.

Todo el mundo Federico, sabe que identificar restos calcinados de un accidente aéreo, no es sencillo y esas familias , están acostumbradas a esperas angustiosas al lado de un teléfono aguardando una llamada procedente del trasero del mundo.

Esas familias Federico, enfrentadas a los hechos consumados de la muerte de sus familiares, hubieran sabido esperar con el temple y valor que les caracteriza.

Los soldados y el compañero de la Guardia Civil, merecían ese funeral y más, lo dieron TODO,

LO DIERON TODO, HASTA SUS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS. ¿Recuerdas Federico?

Ese funeral podía esperar.

Te pido lo que pedí a Felipe Gonzalez, a Rubalcaba, en medio de la corrupción, la podredumbre y los muertos y torturados por los GAL, te pido lo mismo que pedí a la Consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo y al Presidente de la Comunidad Autónoma, José María Barreda con los once muertos calientes del Incendio de Guadalajara.

Te pido lo que pedí a los demás cuando por acción u omisión, HUBO MUERTOS POR EN MEDIO.

Podía esperar ese funeral.

Lo que no puede esperar Federico es TU DIMISIÓN COMO DIPUTADO Y TU DESAPARICIÓN DE LA VIDA PUBLICA DE ESTE PAÍS.

Como político eres un desalmado, como militar: Un traidor.

Juraste un día por Dios o por tu Honor defender a tu país.

Tu honor no existe y que Dios- si está- te asista.

No insistas, tú sabes que ocurrió y si lo sabes y dejas que las cabezas de turco sean paseadas en las picas, eres además un miserable.







1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo con tu argumentación, de acuerdo con los calificativos que otorgas al ex-ministro, yo también creo que está siendo miserable, cobarde, desleal y traidor, las personas que forman las fuerzas armadas no merecen este trato.
Pero que sirva de reflexión a todos esos hombres y mujeres, tienen la obligación de acatar las órdenes de sus superiores pero que nunca piensen que ellos están exentos de cumplir con la ley, su comportamiento debe ser éticamente impecable y si tienen dudas respecto a la legalidad de una orden recibida es porque seguramente no sea legal y en ese caso no debe cumplirse jamás.
un saludo